Cuando subimos esas fotos o vídeos de las últimas vacaciones en alguna red social o proveedor de servicios – Google, Facebook, YouTube, Dropbox, … – debemos ser conscientes de que estamos incrementando la demanda energética en algún lugar del mundo. Porque aunque las empresas hagan todo lo posible por conseguir que lo olvidemos, los datos se almacenan en servidores que consumen altas cantidades de energía eléctrica, cuya producción a su vez consume recursos naturales.
- Porque se necesita casi la misma cantidad de energía para mantener el servidor activo, que para enfriarlo. Y por supuesto el calor liberado no contribuye precisamente a enfriar el planeta.
- Porque hay que prever la capacidad necesaria en caso de que se produzca una sobrecarga. Los accesos a un trending topic en Twitter, o el uso móvil de redes por sucesos puntuales.
- Porque los usuarios casi nunca limpiamos las redes de aquello que ya no necesitamos, pero que las empresas conservan “por si acaso”.
- Algunas compañías procuran instalar sus centros de procesamiento de datos cerca de centrales de producción de energía hidroeléctricas, pero otras sólo buscan el máximo beneficio, sin importarles la contaminación. Greenpeace ya realizó un muy completo estudio al respecto, del que he incluido en este post una tabla de elección energética.
- Mark Burns: ¿Estamos en la nube?
- RDi Press: Una nube más ecológica.
- (en inglés) GREENPEACE: