Tras la segunda guerra mundial, URSS y EEUU estaban deseando deshacerse del colonialismo clásico. Gran Bretaña en cambio necesitaba que algo cambiase para que nada cambiara. Francia no quería a ningún precio. Un lío. Poco a poco fue tomando forma el neoimperialismo, más eficiente e igual de injusto. Aquí lo contamos.