En enero de 1919 se reúnen las potencias aliadas, vencedores de la I Guerra Mundial, para acordar las reparaciones de guerra y decidir el destino de las potencias vencidas, que ni siquiera fueron invitadas al reparto de los despojos. El mismo mariscal Foch lo reconoce: "no es un acuerdo de paz, es un armisticio de 20 años". Fallaría por 64 días. Intento reflejar el clima de la época en un reportaje ficticio, pero la realidad fue mucho más interesante, e impresentable. Por decirlo claramente, fue una gran cagada histórica.